"LOS INGA" UNA CULTURA QUE LUCHA POR SOBREVIVIR

Desde a conquista de los españoles las comunidades indígenas de nuestro país han emprendido una lucha por rescatar sus tradiciones ancestrales, su verdadera forma de vida y sus raíces, además de las incansables luchas que en la actualidad lidian estos pueblos por recuperar sus tierras.

Es interesante también, rescatar la masiva movilización de las distintas etnias a las grandes ciudades con el objetivo de estudiar, en el caso de los jóvenes y encontrar trabajo en los casos restantes, aun cuando se hayan visto desplazados a una condición de indigencia como el caso de Medellín, Bogotá y Cali.

Se tiene entonces que entre todas las etnias que se desplazan, una de las mas representativas en la ciudad de Medellín es el pueblo Inga, o mejor; algunos de sus integrantes. La comunidad Inga es la tercera etnia más gran de del país, luego de los paeces y los guajiros. Descendientes de los Incas, hacen parte de la familia lingüística Quechua y se han caracterizado por estar en contacto constante con las culturas foráneas que llegan a su territorio. Otra característica que es conocida hasta en Centroamérica son sus conocimientos chamánicos.

Para conocer mejor este grupo indígena Òscar Arango hace un importante aporte, “Los Inga se localizan en el Valle del Sibundoy, Yunguillo y Condagua, en el departamento del Putumayo. También existen grandes concentraciones en Aponte, departamento de Nariño, en el departamento del Cauca y en centros urbanos como Bogotá, Medellín y Cali. Se estima su población en 19.079 personas y su lengua pertenece a la familia lingüística Quechua. Algunos estudios han propuesto como hipótesis sobre el origen de este grupo su pertenencia a las comunidades del gran Imperio Inca en la época prehispánica, quienes cumplían la misión de "resguardadores" de las fronteras para impedir la sublevación de las tribus sometidas al tributo. De acuerdo a esta perspectiva, a finales del siglo XV llegaron al Valle de Sibundoy para evitar la resistencia de los Kwaiker de Nariño, dirigiéndose a la zona del actual Putumayo, donde quedaron aislados de los demás grupos quechuas. Durante la conquista, se desplazaron a zonas de los departamentos de Caquetá y Nariño. Una vez asentados en su territorio, el establecimiento de las misiones capuchinas tuvo un gran impacto en su cultura”.

No obstante existe una mejor forma de acercarse a esta comunidad, y es hablando con uno de sus integrantes. Hablemos entonces de Gladis Helena Puerchambud, joven Inga oriunda del municipio de Santiago (Putumayo), y estudiante de Biología en la Universidad de Antioquia, tiene a sus 22 años el desafío personal de organizar a los jóvenes indígenas que quieran más que rescatar, difundir su cultura. Al decir personal hace referencia a una de sus metas, pues hace parte del grupo Carlos Tamavioy que tiene como misión fortalecer la identidad indígena y proyectar su trabajo en la comunidad, un grupo en el que es reconocida por su liderazgo.

Delgada, de tez amarilla y rasgos indios fácilmente identificables; Gladis se inscribe en cuanta programación cultural haya en la ciudad, para dar a conocer sus principales habilidades, teniendo en cuenta que siempre es un grupo el que se presenta. Sus actuaciones en grupo son generalmente de danza, pero cuando se trata del papel individual, Gladis se destaca por su canto, pues además de cantar en castellano, hace homenaje a sus ancestros en su lengua materna, “el Inga”. Pero al momento de indagarle a cerca de su cultura en temas como el vestuario, sus tradiciones y su simbología, ella con su sonrisa pícara dice que para entender todo este asunto, es necesario remitirse al pasado, pasado que data desde la conquista, donde todo comenzó; de ahí la introducción de este artículo.

Así lo explica:Todas nuestras actividades culturales son representaciones de la época después de la conquista, ahí mostramos las máscaras, la música y las danzas. Entonces nuestros padres nos contaban que las mascaras eran utilizadas por los Taitas (que en nuestro dialecto son mas conocidos como chamanes) para hacer contacto con los ancestros, claro que todo esto mediante el efecto del yagé.

Según la antropóloga Gloria Triana “Existían en esa época dos tipos de máscaras: una femenina que representaba la Luna, y otra masculina, imagen del Sol. Al prohibirse los rituales, ellos utilizaron las ceremonias católicas para representar, por medio de las máscaras, los rostros que quieren mostrar al invasor y en los que puedan expresar la burla, el rechazo y la rebeldía, con códigos que solamente ellos entienden”. A esto Gladys añade que todo se hace para demostrar que la cultura sigue viva y latente.

Se tiene entonces la muestra más importante de los ingas en el conocido ritual del perdón, y quien mejor que Gladis para explicarlo:
En primer lugar lo importante es la vestimenta, pues esta compuesta por prendas de tradición milenaria como el tupulli (blusa), la manta (falda), el reboso (chal) y el chumbe (faja). Entonces el objetivo del ritual del perdón, que en nuestra lengua se dice Kalusturinda, es honrar al arco iris y el recibimiento de un nuevo año. Todo se lleva a cabo con el acompañamiento de flautas y tambores, puesto que además de los festejos anteriores este evento es considerado un espacio de reconciliación entre los integrantes de la comunidad, solo con el fin de armonizarse.

Gloria Triana ilustra mas fondo este ritual: “El domingo anterior al miércoles de ceniza los ingas comienzan la celebración anual del carnaval, que se celebra en honor al arco iris y en agradecimiento a la madre tierra. Los hombres tocan flautas, trompetas y tambores, las mujeres cascabeles y conchas. Bailan en fila y en círculo, inclinado y balanceando el cuerpo. Llevan sus trajes propios, las mantas o capisayos de rayas con cuello en V de los hombres; y las faldas largas, blusas de color y rebozos o telas oscuras sobre los hombros”

Por otra parte, surge una pregunta interesante en cuanto a las relaciones de Gladis en un nuevo entorno, teniendo en cuenta que viene de una pequeña población, donde todas sus relaciones son con gente de su misma etnia, para pasar después a un mundo mas cosmopolita donde se hace evidente un choque de culturas de grandes dimensiones, pues a parte de culturas indígenas similares a la suya, Gladis a conocido diversidad de movimientos, pero mejor que sea ella quien lo cuente:

En un principio yo tenía mucho miedo de llegar a esta ciudad, pues nunca había salido de mi pueblo y no sabia como me recibiría esta gente. La verdad tenia una visión errónea de esta sociedad, pues me equivoque al pensar que me rechazarían y no fue así. Por el contrario me han apoyado mucho, he conocido gente de otras culturas indígenas como Arwuacos, Emberas, Catíos, y otros, y también he conocido gente de culturas como el Punk y los desdichados emos. Entonces me siento muy orgullosa de poder llegar ahora a mi pueblo y enseñar lo que he aprendido, pues si bien estudio Biología, la Universidad me abrió las puertas a otro mundo, donde puedo demostrar que mi pueblo sigue vivo y que lucha por no dejarse llevar por la colonización. Lo único que espero, es poder ayudar a mi comunidad desde donde sea que me encuentre, aprovechando todas mis experiencias personales y sociales. Soy gracias a dios por esta oportunidad y bendigo a mis padres que hacen un esfuerzo sobrehumano por permitir que yo progrese y sea alguien en la vida.

Finalmente resulta imprescindible que el mundo recuerde que existen culturas milenarias que aun luchan por surgir, por no perderse en el proceso colonizador del que son víctimas y que a pesar de esfuerzos de personas como Gladis, tienden a veces a ser ignorados. Por eso Gladys invita a sus amigos indígenas, con una frase corta, sencilla pero contundente. Guapa iuiai iuiaiwa suma kagsasunchi; que significa:


A través de nuestro pensamiento viviremos mejor.

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